Racionamiento de agua en Bogotá: ¿Cómo impacta a la industria alimentaria?
 

Ante el severo racionamiento de agua en Bogotá, la industria enfrenta algunos retos para mantener su operatividad y sostenibilidad. Le contamos cuál es el panorama y las acciones que se han adelantado.

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Desde el 11 de abril, Bogotá y municipios cercanos enfrentan un racionamiento de agua debido a la baja en los niveles de los embalses, divididos en 9 zonas con cortes rotativos cada 24 horas. Esta medida busca conservar al menos dos metros cúbicos por segundo de agua, asegurando el suministro a cerca de 10 millones de personas.

Restaurantes y otros establecimientos gastronómicos, ante esta situación, han confirmado que operarán con normalidad, aprovechando tanques de reserva y ajustando sus operaciones para manejar eficientemente el recurso.

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Sin embargo, esta medida representa un desafío para la industria alimentaria, la cual debe enfrentar el impacto en la producción y disponibilidad de alimentos, exacerbado por el cambio climático y el crecimiento demográfico.

¿Cuál es el impacto para la industria alimentaria?

La FAO enfatiza el impacto de la escasez de agua en la seguridad alimentaria, advirtiendo que la disponibilidad decreciente de agua para la agricultura podría traducirse en una menor disponibilidad de alimentos. La agricultura, que consume aproximadamente el 70% del agua dulce mundial, se enfrenta al desafío de producir más alimentos con menos recursos hídricos, lo que requiere un cambio hacia prácticas más sostenibles y eficientes.

A pesar de ello, un estudio de Ceres, "Feeding Ourselves Thirsty", reveló avances significativos en la gestión del agua por parte de las empresas alimentarias. Desde 2019, se observa un aumento en la supervisión de la sostenibilidad hídrica, con un 53% de las empresas vinculando la compensación de sus ejecutivos a los objetivos de rendimiento del agua. Además, un 42% ha implementado planes de protección de cuencas hidrográficas en sus cadenas de suministro agrícola, lo que indica un compromiso creciente con la gestión responsable del agua.

Sin embargo, el informe también destaca áreas que requieren mejoras urgentes. Solo un pequeño número de empresas ha publicado políticas de proveedores con expectativas específicas sobre el uso y la calidad del agua. Menos de la mitad han realizado evaluaciones sólidas de los riesgos del agua, y apenas un puñado ha implementado objetivos de reducción del uso del agua para regiones clave de cultivo en sus cadenas de suministro.

¿Cuáles son las medidas que está tomando la industria?

Las medidas adoptadas por el sector alimentario incluyen la vinculación de la compensación ejecutiva con objetivos de rendimiento del agua, el desarrollo de planes de protección de cuencas hidrográficas y la oferta de incentivos financieros a los agricultores para adoptar prácticas que reduzcan el uso y los impactos del agua.

A pesar de estos esfuerzos, la necesidad de políticas de proveedores más robustas y la implementación de estrategias para mejorar la calidad y suministro de agua dulce se hacen cada vez más evidentes.

El racionamiento de agua en Bogotá no solo destaca la importancia de la gestión eficiente del agua en la industria alimentaria, sino que también subraya la urgencia de abordar los desafíos globales de la escasez de agua.

La colaboración entre gobiernos, industrias y comunidades es esencial para encontrar soluciones sostenibles que aseguren la seguridad alimentaria y la nutrición en un futuro marcado por el cambio climático y la creciente demanda de recursos hídricos limitados.