Inspección de rayos X para la seguridad alimentaria

La inspección por rayos X es una ventaja a la hora de hablar de seguridad alimentaria. ¿Cómo puede impactar sus procesos y estándares de calidad? 

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La seguridad alimentaria es una prioridad absoluta en la industria, y garantizar que los productos lleguen a los consumidores libres de contaminantes es una responsabilidad que requiere el apoyo de tecnologías avanzadas. En este contexto, los equipos de inspección por rayos X han emergido como herramientas esenciales para detectar contaminantes físicos no visibles como metales, vidrio, piedras, plásticos densos, e incluso defectos en el empaquetado.

No solo se trata de proteger a los consumidores, sino que esta tecnología contribuye a salvaguardar la reputación de las marcas y a cumplir con las estrictas regulaciones internacionales de seguridad alimentaria.

En entrevista con Carlos Flores, field representative de Mettler Toledo México y 16 años de experiencia en la compañía, se discuten cómo estas soluciones de inspección de rayos X se adaptan a los retos específicos del sector alimentario, los beneficios tangibles que aportan y las tendencias emergentes que están transformando la forma en que la industria aborda la seguridad y calidad de los alimentos

IAlimentos: ¿Cuáles son las ventajas de implementar tecnologías de inspección de rayos X en procesos de producción de alimentos?

Carlos Flores: La tecnología de rayos X es muy bondadosa porque saca una radiografía de cada producto que pasa en la línea de producción, de tal manera que con esa radiografía la tecnología puede saber si existe un material extraño. Materiales como cualquier clase de metal, plásticos de alta densidad, cerámica, hueso, calcificado, vidrio, ese tipo de contaminantes que no deberían de estar en el producto.

Lo bueno de la tecnología de rayos X es que, si en un producto, a simple vista, no se ve el contaminante, pues con la radiografía puedes ver que está ahí adentro. Imagínate tu paquete de galletas favoritas; la tendencia en el mercado es que esas galletas van con un empaque metalizado, un empaque que no te deja ver el contenido. Cuando lo abres y le falta una galleta, te da mucho coraje, ¿no?.

Entonces la tecnología de rayos X, como atraviesa el empaque metalizado, te permite ver también si falta una galleta o si va quebrada la galleta o le falta un pedazo si va con algún contaminante, etcétera. En otras aplicaciones, como por ejemplo, para lo que son bebidas o líquidos, se hace también una inspección de rayos X; aparte de encontrar contaminantes, podríamos ver el nivel de llenado, aunque el empaque sea oscuro, sea una lata, o sea, algo que no te permite ver adentro.

Esto funciona muy bien para que cualquier fábrica quisiera adquirir estos equipos porque seguramente buscan tener una reputación de marca. De nada te serviría tener mucha producción si tus productos tuvieran este tipo de problemas de calidad, porque al final del día los clientes finales estarían detectando que es un producto de baja calidad. Eso haría que la reputación de marca sea afectada y la gente dejara de comprar tu producto.

IA: ¿Cuál es el principal desafío al que se enfrentan actualmente en términos de seguridad alimentaria? ¿Cómo la inspección de rayos X puede ayudar a resolverlo?

CF: Los clientes tienen ese desafío muy grande, ellos buscan que su producto sea inocuo; que no va a causar algún daño al consumidor final. Para esto cada fábrica debe de tratar de eliminar tres riesgos: físicos, químicos y biológicos. Nosotros nos encargamos de los riesgos físicos.

Este equipo y la tecnología de rayos X se encarga precisamente de que no haya ningún material extraño. Cuando nuestros clientes instalan un equipo nuestro en su línea de producción, están asegurando que está siendo analizada. El equipo tiene un sistema de descarga automática que cuando detecta, en tiempo real, que un producto va con algún contaminante físico, inmediatamente lo segrega de la línea de producción. Así, nuestros clientes no tienen que parar la línea completamente, sino que la producción sigue.

Nuestros clientes también pueden reducir su desperdicio, porque en otras condiciones la inspección que ellos harían sería muy artesanal y habría riesgo de que no localizaran un contaminante o probablemente si tuvieran sospecha, tendrían que separar un tramo grande de su producción para hacer la inspección de cada uno de los productos.

IA: ¿Cuáles son las ventajas de los equipos de inspección de rayos X sobre otro tipo de tecnologías de inspección para alimentos?

CF: Existen, por ejemplo, detectores de metal y trampas magnéticas en la industria. Estas últimas únicamente van a atraer material ferroso y material que sea magnético. Pero la mayor parte de las líneas de producción de nuestros clientes están hechas con acero inoxidable y el acero inoxidable no es magnético. Entonces las trampas magnéticas ya no sirven para encontrar astillitas o tornillitos o ese tipo de posibles contaminantes en una línea de producción.

Entonces llegaron los detectores de metal que funcionan distinto, no tienen imanes adentro, esos funcionan con multifrecuencia, de tal manera que los detectores de metal si te encuentran en acero inoxidable y todos los metales. Pero no encuentran vidrio, cerámica, hueso, etcétera.

Luego llega la tecnología de rayos X, que a diferencia de todos los sucesores, nos permite encontrar todos los metales, plásticos de alta densidad, vidrio, cerámica, huesos y todos los materiales que sean mucho más densos que el producto. Esta tecnología puede hacer inspección en tiempo real a unas velocidades tremendas: podemos llegar a inspeccionar hasta 1000 productos por minuto, lo cual es una velocidad que sinceramente a la fecha no hemos visto en ninguna línea de producción que llegue a tantos productos por minuto.

La tecnología de inspección de producto por rayos X, además de que ya se han fabricado de tal manera que el mantenimiento es súper súper sencillo, no requieres tener un radiólogo en planta o no requieren un permiso especial de alguna secretaría de gobierno para tener estos equipos porque están exentos; no tienen una fuente radioactiva adentro, lo que hacen es transformar la electricidad en un haz de rayos X de forma segura.

IA: ¿Ya que toca el tema de la asistencia técnica, qué expectativas pueden tener sus clientes en términos de soporte técnico?

CF: Mettler Toledo se reconoce por tener una fuerza enorme de soporte. Tenemos soporte 24/7 telefónico y también soporte local en México, con de de 15 ingenieros dedicados exclusivamente a este tipo de equipos, lo cual hace que les demos una atención muy pronta.

Tenemos varios niveles de escalamiento, de tal manera que ofrecemos hasta pólizas de servicio para que podamos nosotros darle mantenimiento cada 6 meses o cada año a estos equipos y nuestros clientes están protegidos con su documentación, sus certificados y todo lo lo que requieren en casos de alguna auditoría, ya sea local o externa. Ellos pueden demostrar que el equipo está debidamente inspeccionado.

IA: Finalmente, ¿cómo miden la satisfacción de sus clientes?

CF: Básicamente cuando se hace comisionamiento de los equipos. Nuestros ingenieros de servicio hacen una corrida de producción para poder dar de alta cada uno de los productos que tiene el cliente. En ese momento se define y se pueden determinar los tamaños de contaminantes detectables y nuestros clientes precisamente con su sistema de calidad, se encargan de ver que cumple precisamente con lo que ellos requieren. La FDA de por sí te marca que los contaminantes físicos pueden ser mayores a 7 mm; todo lo que esté menor de 7 mm ya no es un riesgo de ahogamiento o que lastime al ser humano. Todos nuestros equipos cumplen con esa norma hasta mucho menos dependiendo del producto y de la aplicación. Podemos llegar a a tamaños de partículas de hasta 0.5 mm, 0.6 mm o 1 mm.