Sucralosa: ¿Qué es y por qué es cada vez más popular?

Este sustituto del azúcar se está convirtiendo en una de las principales alternativas para edulcorantes, pero existen polémicas alrededor de este.

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La sucralosa es, en palabras simples, un sustituto del azúcar tradicional que proviene de esta a través de un proceso de modificación de la molécula original. Fue descubierta en 1976 y no contiene calorías, lo cual se presenta como una solución definitiva al uso de azúcar añadida en productos procesados e incluso en el uso diario de los consumidores. Así se puede explicar su popularidad creciente en los últimos años.  

Este edulcorante artificial es estable a altas temperaturas, por lo que se puede usar en productos horneados y otros alimentos que se someten a procesos de cocción. También es soluble en agua, lo que la hace ideal para su uso en bebidas y productos líquidos.

¿La sucralosa es buena o mala?

A diferencia de otros edulcorantes artificiales como el aspartamo y la sacararina, una de las características principales de la sucralosa es que carece de calorías, mientras que el azúcar tradicional no. Adicionalmente, la sucralosa es 600 veces más dulce que esta.

Esto significa que se puede utilizar menos sucralosa para endulzar en comparación al azúcar y, aun así, no ingerir más calorías. Además, como no es un carbohidrato, esta no es reconocida por el cuerpo, por lo que no tiene efectos en niveles de insulina o glucosa en el organismo.

No obstante, este aditivo está rodeado de polémica. Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte encontró que es posible que la sucralosa, al descomponerse en altas temperaturas, puede reaccionar con componentes grasos y aumentar el riesgo de cáncer. ¿Qué tan cierto es esto?

Entidades de control de calidad como la FDA y la EFSA no han encontrado evidencia de que la sucralosa aumente el riesgo de cáncer en el consumo humano, por lo que se considera un alimento de consumo seguro. No obstante, lo que sí puede causar es una ligera reducción de la flora intestinal benéfica, por lo que es recomendable llevar un consumo controlado de esta sustancia. 

Conozca cómo ha disminuido el consumo de azúcar en América Latina en este link.

Sucralosa y diabetes

Para las personas con diabetes, controlar su dieta es fundamental para mantener los niveles de azúcar en la sangre estables y evitar complicaciones relacionadas con la enfermedad. Una de las principales recomendaciones médicas es reducir el consumo de azúcar, por lo que muchos pacientes buscan edulcorantes como alternativa.

Entre los edulcorantes recomendados para personas con diabetes se encuentra la sucralosa, que proporciona un sabor dulce similar al azúcar pero sin aumentar los niveles de glucosa en la sangre ni las calorías. Sin embargo, es importante tener en cuenta que un consumo excesivo de edulcorantes artificiales puede tener efectos negativos en la salud digestiva y aumentar los niveles de insulina en personas sanas.

Por lo tanto, se recomienda que las personas con diabetes consulten a su endocrino o nutricionista para determinar la cantidad de sucralosa u otros edulcorantes que pueden consumir de manera segura y adecuada para su dieta.

Edulcorantes: naturales vs artificiales

Los edulcorantes naturales son sustitutos del azúcar que no han sido procesados ​​químicamente, pero su elaboración y refinación involucra todavía cierto proceso. Los más comunes son la sacarosa, el azúcar de mesa, la glucosa, la miel, el jarabe de arce y los zumos de frutas.

Por otro lado, los edulcorantes artificiales son sustitutos sintéticos del azúcar que no aportan calorías. Estos pueden ser derivados de sustancias naturales como el azúcar o las hierbas, y se necesitan porciones más pequeñas para endulzar en comparación con los edulcorantes naturales. La sucralosa, la sacarina y la estevia son algunos de los edulcorantes artificiales más populares.

Diferencias entre sucralosa, sacarina y estevia

La sucralosa, la sacarina y la estevia son edulcorantes muy populares y ampliamente utilizadas por personas diabéticas o aquellas que desean mantener una dieta equilibrada en calorías. Estos edulcorantes no reducen los niveles de azúcar en la sangre y reducen significativamente la cantidad de calorías consumidas en comparación con el azúcar. Es por eso que son una alternativa común y efectiva para satisfacer el gusto por lo dulce sin comprometer la salud y la dieta.

Sin embargo, estos tres edulcorantes tienen algunas diferencias, ya que tienen diferentes niveles de dulzura y usos:

• La sucralosa, que es un edulcorante que no aporta calorías, no es digerida por el cuerpo. Su sabor y textura en la boca son similares a los del azúcar, lo que la hace agradable al paladar. Se utiliza comúnmente como ingrediente en alimentos como frutas enlatadas, postres, productos lácteos, bebidas y también como edulcorante de mesa.
• La sacarina es un edulcorante artificial muy conocido y popular, posiblemente el primero en ser fabricado. Tiene un poder edulcorante similar al de la sucralosa y no contiene calorías. Es ampliamente utilizado como edulcorante de mesa y también es frecuentemente usado en la industria farmacéutica para mejorar el sabor de ciertos medicamentos. Debido a su larga historia de uso, es una opción popular para quienes buscan reducir el consumo de azúcar y calorías en su dieta.
• La estevia es un edulcorante que ha ganado popularidad en los últimos años y se considera una opción prometedora para el futuro. A diferencia de la sacarina y la sucralosa, la estevia no tiene calorías y es de origen natural. Aunque su dulzor no es tan potente como el de otros edulcorantes, puede ser utilizado para endulzar alimentos y bebidas. Sin embargo, su sabor a regaliz puede ser un problema en algunos casos, por lo que se han creado combinaciones de sabores para minimizar este inconveniente y hacerla más atractiva para su uso en diferentes productos alimenticios.

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