¿Qué es la seguridad alimentaria y cómo garantizarla?

La seguridad alimentaria es clave para el desarrollo de las naciones y, por eso, garantizarla es fundamental de cara a los retos de alimentación.

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Hoy en día, alrededor de 828 millones de personas sufren de hambre en el mundo. Factores como el cambio climático y las complejidades de alimentar a una población que crece exponencialmente en un sistema que es incapaz de distribuir efectivamente la comida que produce el planeta son, en gran medida, una explicación para la existencia de hambre extrema en el mundo.

Y no es para menos, pues en un mundo donde el 10 % de la población mundial se encuentra en situación de vulnerabilidad alimentaria, cada año, según la WWF, un 40% de la comida que se produce globalmente se desperdicia antes de llegar a los anaqueles para los consumidores; lo que es igual a un total de 2.500 millones de toneladas de alimentos. Es evidente que, de poderse, esa cantidad de comida podría cerrar la brecha de nutrición mundial. 

Que una comunidad pueda alcanzar índices óptimos de nutrición es uno de los objetivos de varios organismos internacionales como la FAO; a esto se le llama seguridad alimentaria. Esta existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana.

Existen varias estrategias para mitigar la inseguridad alimentaria que dependen de su contexto. Así las cosas, si se tratase de una crisis de alimentación por un desastre natural o por un conflicto bélico, naturalmente el apoyo económico desde sectores públicos y privados suelen ser beneficiosos para asegurar que la población vulnerable pueda ser alimentada. 

No obstante, es fundamental entender que la agricultura y la seguridad alimentaria van de la mano, además que la mayoría de la población en el mundo en situación de pobreza dependen de trabajar la tierra para subsistir, por lo que la inversión en modernización de la industria agrícola es necesaria para evitar interrupciones en la cadena de suministro de un territorio cualquiera.

Esta inversión no solo se contempla en un impulso tecnológico sino también técnico y de innovación, fomentando la investigación en: 

• Inocuidad
• Control de plagas
• Fertilizantes y demás insumos sostenibles y medioambientalmente amigables
• Contención y prevención de desastres naturales
• Modificación genética para mejorar la eficiencia de cultivos
• Patentes de productos transgénicos libres para impulsar su adopción en todas las escalas de la industria

La humanidad tiene muchos retos para enfrentar en materia alimentaria, pero los primeros pasos para mejorar el acceso a alimentación para la población mundial se beneficia de la innovación de los sectores productivos y la aplicación de políticas públicas orientadas a la seguridad alimentaria.