Elegir correctamente los utensilios de limpieza para su planta de alimentos no solo le traerá beneficios en tiempos de ejecución, sino en costos de inversión.
¿Imagina que un niño abra un paquete de galletas y se encuentre un filamento de escoba?, esta situación extrema, que sería la peor pesadilla para una fábrica de alimentos,ayuda a entender por qué la credibilidad y confianza de los consumidores son dos activos intangibles que no se deben descuidar. En este sentido, incluir en su planta los utensilios de limpieza adecuados que permitan tener la higiene bajo control no solo disminuye costos y tiempos de ejecución, sino que le evita posibles "dolores de cabeza" que puedan afectar su reputación.
La era de los trapos o traperos debe quedar atrás. La inocuidad de los productos se garantiza con un programa de saneamiento en el que la desinfección y la limpieza estén documentadas con registros, procesos y tipos de utensilios claves en la aplicación de las 5'S, control de alérgenos, elaboración de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP, por sus siglas en inglés) y de Buenas Prácticas de Manufacturas (BPM).
En el sector de alimentos es imprescindible el uso de soluciones detergentes a base de ácido-alcalino y desinfectantes a base peróxido, peracido, cloro, sales cuaternarias, entre otros, lo que en consecuencia provoca un tiempo de vida mucho más corto para estos elementos. Por ello, ayudará a disminuir costos de inversión cuando elige utensilios de alta resistencia y se evita cambiar o reponer constantemente el utensilio a causa de daño químico o físico.
La calidad ergonómica del producto que se adapte a las necesidades del operador es otro aspecto que no se debe olvidar, pues beneficia los tiempos de ejecución. Aquí entra a jugar aspectos como la superficie a limpiar, la acción mecánica aplicada, la posición del utensilio en pleno uso, la dirección y orientación que en ocasiones es necesaria aplicar en espacios confinados, espacio de difícil acceso o simplemente techos de gran altura.
Finalmente, se recomienda la implementación del Código de Colores, especialmente para controlar las partículas no viables en el caso de áreas estériles o cleanrooms. Es decir, usar utensilios de limpieza de diferentes tonos ayuda a diferenciar y clasificar cuáles son para equipos (críticos y no críticos) o para áreas de recepción, proceso, almacenamiento y transporte.
Por:
FBK Colombia
Antoniog@sumicali.com
www.sumicali.com