EFSA reduce límites de BPA en alimentos: ¿se acerca nueva regulación?
 

Un reciente informe de la EFSA advierte sobre los riesgos del bisfenol A (BPA) en envases alimentarios y propone límites 20,000 veces más bajos. ¿Se anticipan cambios legales para proteger a los consumidores?

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La exposición al bisfenol A (BPA) a través de envases alimentarios plantea serios riesgos para la salud, según un nuevo informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Durante más de medio siglo, el BPA ha sido objeto de investigaciones y debates debido a su presencia en envases. En 2017, la Comisión Europea propuso reducir drásticamente los límites aceptables de BPA en envases, y ahora la EFSA establece nuevos límites, 20,000 veces más bajos que los anteriores.

¿Qué es el bisfenol A (BPA)?

El bisfenol A (BPA) es una sustancia química ampliamente utilizada en la fabricación de plásticos y resinas, al ser combinada con otros elementos. Su presencia en la producción de envases y recipientes destinados al almacenamiento de alimentos y bebidas ha sido una práctica común durante décadas.

Esto significa que el BPA entra en contacto directo con los productos alimenticios que se consumen, lo que ha llevado a una investigación constante y exhaustiva.

Según datos estadísticos recopilados por expertos en seguridad alimentaria, el BPA y sus derivados pueden migrar a los alimentos y bebidas en pequeñas cantidades, lo que plantea preocupaciones significativas para la salud pública.

¿Qué tipo de envases tienen busfenol A (BPA)?

El bisfenol A (BPA) es una sustancia versátil que se emplea en la fabricación de diversos productos, pero su presencia es más común en plásticos de policarbonato. Estos plásticos, conocidos por ser rígidos y transparentes, se utilizan en la creación de una amplia gama de recipientes destinados al almacenamiento de alimentos y bebidas, como los populares táperes, botellas reutilizables y dispensadores de agua.

Además, el BPA tiene un papel crucial en la producción de resinas epoxídicas que se utilizan para recubrimientos protectores y láminas presentes en latas y cubas de alimentos y bebidas.

De acuerdo a expertos, el BPA no está presente en otros tipos de envases comunes, como las botellas de agua o de zumo, que generalmente están hechas de PET (polietilentereftalato) o en los tetrabriks, donde se emplea el polietileno. Esto significa que muchas de las botellas de bebida que se consumen diariamente no contienen BPA.

Sin embargo, es relevante señalar que muchas empresas tomaron medidas voluntarias para dejar de utilizar envases con BPA hace algunos años. Esta acción demuestra una creciente conciencia sobre los riesgos asociados con el BPA en la industria de envases.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) afirmó que la mayoría de los envases plásticos de uso diario, como los utilizados para alimentos y bebidas, se fabrican sin BPA y utilizan materiales como PET, PE (polietileno) y PP (polipropileno), que son seguros en términos de salud alimentaria.

Además, en el caso de los táperes de plástico que no contienen BPA, suelen incluir etiquetas que indican esta característica, brindando a los consumidores una forma de identificar fácilmente productos más seguros.

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¿Por qué el BPA representa un peligro para la salud?

El peligro del bisfenol A (BPA) para la salud radica en su pertenencia al grupo de los disruptores endocrinos, conocidos como estrógenos artificiales. Estas sustancias imitan la acción de las hormonas naturales y perturban el equilibrio hormonal del cuerpo.

Investigaciones han revelado una conexión entre el BPA y trastornos en el ciclo hormonal, así como un aumento en el riesgo de cáncer de próstata, cáncer de mama y malformaciones reproductivas.

La EFSA ya había evaluado estos riesgos en 2015, pero su última investigación examinó más de 800 nuevos estudios científicos publicados desde enero de 2013. Los resultados revelaron hallazgos alarmantes, como un aumento en el porcentaje de un tipo de glóbulo blanco llamado T helper en el bazo. Estos glóbulos blancos desempeñan un papel fundamental en la respuesta inmunitaria celular, y su incremento podría conducir al desarrollo de inflamación pulmonar alérgica y trastornos autoinmunes.

Además, en la evaluación del riesgo se identificaron otros efectos perjudiciales para la salud en los sistemas reproductivos, de desarrollo y metabólico. Todos estos datos respaldaron la decisión de la EFSA de reducir drásticamente la ingesta diaria tolerable (IDT) de BPA. En comparación con los valores de 2015, la nueva IDT es ahora 20,000 veces más baja.

Autoridades estudian nuevas regulaciones sobre el BPA

Los consumidores hoy en día superan los nuevos límites de exposición al BPA a través de los alimentos, por lo que se invita a tomar medidas individuales, como optar por alimentos frescos o envases libres de BPA.

Por su parte, la Comisión Europea y los Estados miembros deben revisar y establecer regulaciones para limitar la migración de BPA de envases a alimentos. Ante la contundencia del informe de la EFSA, se esperan cambios legales en los próximos meses para regular la presencia de BPA en envases alimentarios.

La seguridad alimentaria es una prioridad y, gracias a este nuevo estudio, se busca proteger la salud de los consumidores al reducir los riesgos relacionados con el bisfenol A en los envases.