Los dulces colombianos están conquistando el mundo
Los dulces colombianos están conquistando el mundo
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La chocolatería y la confitería se convirtieron en íconos de la industria nacional, consolidándose como un sector pujante, innovador y capaz de competir en calidad con los mejores del mundo. En Colombia, los confites y los chocolates tienen una participación significativa en la industria nacional en cuanto a producción, exportaciones, valor agregado y es un gran consumidor de materias primas del agro y de toda clase de servicios asociados a la producción industrial (consumo intermedio), lo que lo convierte en una locomotora de este importante sector de la economía. Este subsector genera además más de 28 mil empleos directos y un número superior de indirectos, por sus encadenamientos con el eslabón proveedor de materias primas e insumos. Sus productos se exportan desde hace más de 50 años y tienen presencia en más de noventa diferentes países. Las empresas que conforman el sector son en su mayoría de gran tradición nacional. El sector también cuenta con multinacionales que han invertido y creído en el país, estableciendo sus plantas y centros logísticos regionales. Por su compromiso y su representatividad en ventas se destacan empresas como Nacional de Chocolates, Colombina, Kraft-Cadbury, Súper de Alimentos, Comestibles Aldor, Nestlé, Confitecol, Comestibles Italo, Dulces La Americana y Golosinas Trululú, todas con marcas de gran reconocimiento en Colombia y en muchos países del mundo. Este subsector reportó en 2010 ventas cercanas a los dos billones de pesos, cifra inferior en un 5.2 por ciento a la registrada en 2009, comportamiento que obedece tanto a los coletazos de la crisis global de 2009 como a la sensible disminución de las exportaciones hacia Venezuela. No obstante, las exportaciones de chicles, confites y chocolates sumaron 260 millones de dólares en el 2010. Sus principales productos son la confitería y los chicles, con el 56 por ciento de participación en las ventas; los chocolates y chocolatinas, 36 por ciento; los chocolates en polvo, el cuatro por ciento y los productos intermedios como manteca de cacao, cocoas y pasta de cacao. Frente a nuestros países vecinos, Ecuador es un país altamente importador de chocolates e importante productor de los mismos. Los patrones de compra y de consumo son similares a los de Colombia, así como sus canales de venta. Por su parte, Venezuela era hasta hace un par de años un comprador natural de productos colombianos, los cuales se valoran muy bien en ese mercado. El gran reto del sector hacia el futuro es precisamente consolidar su competitividad y su liderazgo en la producción y venta de chocolates, confites de azúcar y chicles en la región para luego, a nivel global, convertirse en una plataforma exportadora líder en Latinoamérica y el Caribe hacia regiones de alto potencial y estar entre los principales proveedores de áfrica, Medio Oriente y Europa del Este, innovando continuamente y ofreciendo la mejor relación calidad-precio en los mercados atendidos. Con lo cual, su aspiración es continuar siendo un motor de generación de empleos y desarrollo, sostenible ambiental y económicamente, apalancado en la competitividad de los eslabones proveedores de materias primas. También está empeñado en promover el desarrollo de mejores estándares de respeto ambiental a lo largo de toda la cadena No obstante, superar ese gran reto pasa por repensar por completo el sector y, de manera más general, el funcionamiento, la estructura y el tratamiento tradicionalmente dado a los diferentes eslabones de la agroindustria. Por ejemplo, es preciso que la industria tenga mayor y mejor acceso a sus insumos más importantes y a precios competitivos, revisando las barreras arancelarias y otros sistemas de regulación de precios internos que distorsionan la competencia y los precios mismos de los insumos. Las cadenas deben también cooperar activamente para transferir mejores prácticas productivas, de sostenibilidad e innovación en la cadena, desde la producción primaria hasta la comercialización. La aspiración es que para el año 2020 las ventas asciendan a 978 mil toneladas por valor de 2.201 millones de dólares, con una participación 43 mil toneladas por un valor de 783 millones de dólares en exportaciones y de 934 mil toneladas por un valor de 1.418 millones de dólares en ventas locales. Con esto el objetivo es general más de 40.000 empleos directos para ese año. La calidad, sobra mencionar la seguridad, ya no es un reto para la industria colombiana de confites y chocolates, pues puede disputarse en el mercado, sin temor, con los mejores del mundo. El reto es lograr ser productivos en todos los eslabones de la cadena para competir también en precios, tanto en el mercado nacional como en el internacional. Ante la entrada en vigencia de importantes acuerdos comerciales, se abre una oportunidad más para los productos en el exterior, pero también se pone a prueba la capacidad de aprovechar esa oportunidad e incluso, si no se logra romper la brecha de la productividad y la competitividad, también será necesario revaluar la sostenibilidad y la supervivencia misma de la cadena de confites y chocolates en el país.
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