La EFSA confirma la seguridad del dióxido de silicio en alimentos 

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ratificó la seguridad del dióxido de silicio como aditivo alimentario, asegurando su uso en productos para bebés y adultos.

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La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha reiterado la seguridad del dióxido de silicio como aditivo alimentario, confirmando que no representa un riesgo para ningún grupo de población, incluidos los bebés menores de 16 semanas. Este dictamen refuerza la confianza en el uso de este compuesto en una amplia gama de productos.

El dióxido de silicio, también conocido como E 551, es ampliamente utilizado en la industria alimentaria como agente antiaglomerante en productos en polvo. Este compuesto evita la formación de grumos en alimentos como la leche en polvo y las especias, lo que mejora tanto la manipulación como la calidad de los productos.

Uno de los principales focos de la investigación de la EFSA ha sido el impacto de las nanopartículas en el E 551. Sin embargo, el panel concluyó que las partículas tienden a agruparse formando estructuras mayores, eliminando así preocupaciones de seguridad. Esta conclusión refuerza la idea de que el uso de sílice en los niveles actuales no presenta riesgos para la salud.

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En lugar de establecer un límite de ingesta diaria, la EFSA optó por un enfoque basado en el margen de seguridad. Esta metodología asegura que, incluso en condiciones de consumo elevado, el uso del dióxido de silicio en los alimentos sigue siendo seguro para todas las poblaciones, incluidos los más vulnerables.

El uso del sílice en la industria alimentaria se remonta a la década de 1960, y desde entonces su presencia en los alimentos ha sido constante. Estudios previos plantearon dudas sobre su potencial genotoxicidad, pero la EFSA ha disipado estas inquietudes, concluyendo que el E 551 no presenta riesgos de este tipo.

Evonik, una empresa química alemana, ha sido uno de los principales productores de sílice desde hace más de 80 años. Sus productos especializados para la industria alimentaria han sido fundamentales para garantizar la calidad y la seguridad en la producción de alimentos en polvo.

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El sílice, producido por Evonik, es utilizado en una variedad de aplicaciones, desde leche en polvo hasta especias, garantizando que los productos se mantengan libres de grumos durante el procesamiento y el almacenamiento. Esto es clave para la eficiencia y sostenibilidad en la cadena de producción alimentaria.

El respaldo de la EFSA refuerza la confianza de la industria y de los consumidores en la seguridad del sílice como aditivo alimentario. La continua aprobación del E 551, combinado con los estrictos estándares de producción, asegura su lugar en la industria como un componente esencial y seguro.