Industria láctea de EE. UU. en vilo por presencia de gripe aviar en ganado
 

El ganado del país norteamericano enfrenta un brote de influenza aviar, lo que podría llevar a pérdidas de hasta el 40% del suministro durante más de una semana si el virus se sigue propagando.

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La industria láctea estadounidense se encuentra en estado de alerta tras la confirmación de casos de influenza aviar (HPAI) en ganado de Idaho, Kansas, Michigan, Nuevo México y Texas. Este brote marca la primera vez que la enfermedad, comúnmente asociada con aves, se identifica en ganado en el país, destacando una amenaza sin precedentes para la producción láctea y la bioseguridad agrícola.

Los casos detectados en Kansas y Texas resultaron de pruebas en ganado enfermo en granjas lecheras, donde se identificó el virus altamente patógeno. Las aves migratorias salvajes han sido señaladas como la fuente probable de transmisión, evidenciando la vulnerabilidad del ganado frente a enfermedades transmitidas por la vida silvestre y la necesidad de medidas de bioseguridad estrictas.

¿Qué dicen las autoridades alimentarias?

Aunque el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) ha asegurado que la pérdida de leche debido al ganado sintomático ha sido limitada y no impacta significativamente el suministro, la situación ha generado preocupación entre los productores y consumidores por igual. La USDA y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) han enfatizado que no hay riesgo para la salud de los consumidores y que la leche comercial sigue siendo segura.

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La FDA ha recomendado que los procesadores lácteos no fabriquen ni vendan productos de leche cruda o queso no pasteurizado de vacas con síntomas de enfermedad, aunque no se tiene conocimiento de que ningún producto de leche o alimento de vacas sintomáticas haya ingresado al mercado consumidor.

En Nebraska, se ha emitido una orden de importación para el ganado lechero femenino de cría, exigiendo un permiso previo de la Agencia de Agricultura del Estado (NDA) antes de su entrada, como medida preventiva para proteger las manadas lecheras del estado y minimizar el impacto del brote de HPAI en los productores.

¿Cuáles son las medidas que ha tomado la industria?

La Federación Nacional de Productores de Leche ha informado que se han comenzado a implementar protocolos de bioseguridad mejorados en las granjas, incluyendo la limitación del tráfico hacia y desde las propiedades y restringiendo las visitas a empleados y personal esencial, en un esfuerzo por mitigar el impacto del virus en la producción láctea estadounidense.

El brote de influenza aviar en ganado lechero representa un nuevo giro en una epidemia que ha afectado las operaciones avícolas durante los últimos dos años. Expertos en salud animal han señalado la influenza aviar como una enfermedad que puede cambiar y sorprender, lo que subraya la importancia de la vigilancia continua y la preparación para enfrentar estos desafíos sanitarios.

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Las granjas ya han comenzado a tomar medidas de bioseguridad para mitigar la propagación del virus, aunque las operaciones al aire libre de las granjas lecheras presentan desafíos únicos para la contención de la enfermedad. Se han sugerido pasos como asegurar que las aves no tengan acceso a las fuentes de alimento y monitorear de cerca al ganado para detectar síntomas.

El ganado infectado con el virus de la gripe aviar tiende a mostrar signos de fiebre y una reducción notable en la producción de leche, lo que podría llevar a pérdidas de hasta el 40% del suministro durante más de una semana si el virus se propaga más ampliamente entre las manadas.

La creciente concentración de la producción ganadera a lo largo de la Ruta Migratoria del Mississippi plantea nuevos riesgos para el ganado comercial, ya que la migración primaveral de las aves podría introducir nuevas amenazas de influenza aviar en las operaciones de ganado y aves de corral.