FDA elimina el coco de su lista de alérgenos

Tras un extenso esfuerzo de entidades comerciales, la autoridad alimentaria de Estados Unidos elimina al coco de la lista de alérgenos, impulsando el comercio mundial. ¿Cuáles son los beneficios de esta decisión?

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La más reciente resolución de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) pone fin al tratamiento del coco como un alérgeno en territorio estadounidense. Esta medida llega después de un largo proceso de revisión que responde, entre otros factores, a la importancia económica que tiene esta fruta para productores en Indonesia y Filipinas.

Además, el cambio normativo implica que los bienes elaborados con coco ya no estén obligados a seguir el etiquetado propio de los principales alérgenos, el cual había sido establecido bajo la Ley de Etiquetado de Alérgenos Alimentarios y Protección del Consumidor de 2004 (FALCPA). De esta forma, el escenario legal evoluciona y abre posibilidades más amplias para la participación de los países donde el coco representa una fuente significativa de ingresos. La comunidad comercial recibió la noticia con entusiasmo, valorando el impacto positivo que generará en la comercialización de diferentes productos.

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Beneficios para la industria del coco en Filipinas

El Departamento de Comercio e Industria de Filipinas (DTI), a través de su Oficina de Marketing de Exportación, celebró esta determinación y confirmó que la eliminación del coco de la categoría de alérgenos acelerará la expansión de su sector agrícola. De acuerdo con su directora, Bianca Pearl Sykimte, el crecimiento en la demanda de subproductos como azúcar, aceite, agua y leche de coco será más notorio gracias a la remoción de barreras legales.

La funcionaria también resaltó la existencia de más de 20.000 variantes de artículos a base de coco comercializadas en Estados Unidos, lo que subraya la magnitud de las oportunidades que se abren para productores y exportadores filipinos. Según sus declaraciones, este impulso fortalecerá vínculos comerciales con el mercado estadounidense, atrayendo una atención renovada hacia las propuestas que incluyan ingredientes derivados de la fruta.

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El papel de la Coconut Coalition of the Americas (CCA)

En 2019, la Coconut Coalition of the Americas (CCA) promovió el “CCA Coconut Allergen Project”, un proceso de solicitud ante la FDA para desvincular al coco de la lista de nueces que pueden provocar reacciones alérgicas. Argumentaron que la clasificación previa era incorrecta, puesto que el coco no es un fruto seco de árbol ni supone un riesgo significativo en la mayoría de los casos. Este esfuerzo ciudadano finalmente rindió frutos, brindando certeza legal y operativa para los actores del mercado.

Durante varios años, agrupaciones comerciales habían subrayado la necesidad de esclarecer el estatus del coco para incentivar la inversión en tierras de cultivo y en tecnología de procesamiento. Ahora, con la aprobación oficial, se estima que la cadena de valor reciba beneficios tangibles en el corto y largo plazo.

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Repercusiones en la exportación y el comercio internacional

Representantes del sector del coco en Filipinas, como la Asociación de Cocos de Filipinas (UCAP), consideran que la nueva disposición permitirá difundir mejor el valor de la fruta, no solo en Asia sino también a escala internacional. Su directora ejecutiva, Yvonne Agustin, expresó que el anuncio trae consigo la posibilidad de revertir percepciones erróneas sobre los riesgos de consumo de productos de coco. A su vez, el Dr. Rhoey Lee Dakis, directivo de Ventas, Marketing y Exportaciones en Peter Paul Philippine Corporation, enfatizó que la aclaración del FDA reduce costos asociados a etiquetados especiales y elimina confusiones innecesarias para fabricantes y compradores. Ambos coinciden en que esta apertura normativa no solo dinamizará el comercio, sino que también fomentará la creación de productos innovadores basados en coco.

La determinación de la FDA coincide con cambios en la definición de los alimentos considerados “saludables” según las pautas vigentes en Estados Unidos, donde se revisan los aportes nutricionales de diversas categorías. Aunque las nueces continúan figurando como beneficiosas, el coco ya no será equiparado con otros frutos secos ni estará sujeto a los mismos requerimientos de advertencia.

Este matiz legal promueve una visión más precisa sobre la ingesta de grasas y nutrientes, al tiempo que muestra coherencia con el crecimiento del mercado de productos naturales. Con ello, las exportaciones provenientes de regiones con amplia producción de coco se verán reforzadas, acrecentando el interés de quienes buscan alimentos funcionales que cumplan con estándares actuales de etiquetado y nutrición.