Entra en vigor segunda fase de etiquetado en México: ¿en qué consiste?

México avanza en su compromiso con la salud pública al implementar la fase 2 de la NOM-051, una normativa que redefine el etiquetado en alimentos y bebidas. Le contamos cuáles son los principales cambios.

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A partir de octubre, México implementará la Fase 2 de la Norma Oficial Mexicana 051 (NOM-051) de etiquetado en alimentos y bebidas. Esta fase trae consigo ajustes en los límites de ingredientes considerados críticos y controles más rigurosos. ¿Cuáles son estos cambios?, ¿aumentarán los sellos?

En octubre de 2020, México adoptó un nuevo sistema de etiquetado en alimentos y bebidas preenvasadas, marcando un hito en la lucha contra enfermedades relacionadas con la alimentación.

Este sistema se basa en octágonos negros que alertan sobre altos niveles de ingredientes potencialmente dañinos como azúcar, sodio, calorías, grasas saturadas y grasas trans añadidas. Además, se introdujeron advertencias específicas para productos con cafeína y edulcorantes, señalando su no recomendación para niños.

La normativa, conocida como NOM-051, ha evolucionado desde su implementación. A partir del 1 de octubre, se activa la Fase 2, que establece parámetros más estrictos. Ahora, productos con 8 kcal o más de azúcares libres por cada 100 ml y aquellos con 300 mg o más de sodio por cada 100 g deberán portar los sellos de advertencia. Estos límites se han reducido en comparación con la Fase 1, donde eran 10 kcal y 350 mg, respectivamente.

Esta normativa ha impulsado a muchos productores a reformular sus productos para evitar los sellos. Sin embargo, aquellos que no adaptaron sus fórmulas deben actualizar sus empaques y, si es necesario, modificar la tabla nutricional. Mariana Curiel, líder de la Asociación Mexicana de Etiquetado, destaca que muchas tiendas ya están solicitando productos acordes a la Fase 2, por lo que es probable que en breve veamos aún más productos con estas advertencias en el mercado.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, México se encuentra entre los países con mayores índices de obesidad y diabetes. Esta medida busca, a través de la información, empoderar al consumidor para tomar decisiones más saludables y reducir estas cifras alarmantes.

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Modificaciones de la fase 2 de etiquetado en México

Los criterios que establece la NOM-051 para el etiquetado consisten en los siguientes factores: si se añaden azúcares, se evalúan azúcares y calorías; si se añaden grasas, se evalúan grasas saturadas, grasas trans y calorías; y si se añade sodio, solo se evalúa el sodio.

Además, la norma especifica leyendas de "exceso" basadas en valores nutricionales. Por ejemplo, productos con más del 10% de energía proveniente de azúcares libres deben llevar la leyenda "exceso azúcares". Similarmente, se aplican leyendas para excesos en grasas saturadas, grasas trans y sodio.

Así mismo, la NOM-051 define a los "azúcares libres" como aquellos añadidos por el fabricante, así como los presentes en miel, jarabes y jugos naturales. Esta definición plantea dilemas para los fabricantes, especialmente aquellos que producen bebidas con jugo natural. ¿Deben reducir el contenido de jugo natural para evitar los sellos de advertencia?

Expertos, también abordan el tema del sodio, señalando que es posible reducir su cantidad sin comprometer el sabor de los productos. Sin embargo, cuestionan las alternativas, como el uso de glutamato monosódico, que no necesariamente resultan en un producto más saludable.

Curiel, por su parte, indica que la mayoría de las empresas no han priorizado la reformulación de sus productos en la Fase 2. Según sus observaciones, solo un pequeño porcentaje ha abordado la reducción de azúcares libres de 10 a 8 kilocalorías. De hecho, un análisis informal en un supermercado revelaría que la gran mayoría de los productos aún llevan sellos de advertencia.

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Fase 3 de etiquetado en México: los cambios no paran

La Fase 3, prevista para el 1 de octubre de 2025, marcará un hito en la regulación de alimentos y bebidas. Según expertos, esta fase no solo se centrará en los ingredientes añadidos, sino que evaluará la composición total de nutrimentos del producto. Esto implica que se considerará tanto el contenido natural de nutrimentos como el añadido durante su fabricación.

Dada esta inminente transformación, los especialistas instan a los productores a anticiparse y analizar detenidamente la composición de sus productos. Es posible que algunos alimentos o bebidas ya cumplan con las nuevas regulaciones si, por ejemplo, sus proveedores de materias primas han realizado reformulaciones previas.

En tales casos, un producto que se creía excedido en sodio o grasas podría estar, en realidad, dentro de los límites permitidos. A pesar de que la Fase 3 se encuentra a dos años de distancia, es esencial que los productores actúen con previsión.