Desperdicio de alimentos: ¿cuáles son las rutas para combatirlo?

¿Cómo abordar el desperdicio de alimentos en Colombia y su conexión con la desnutrición? Conozca lo que propone la FAO y cómo acciones individuales desde empresas de la industria pueden marcar una gran diferencia.

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En Colombia se desperdician alrededor de 9.76 millones de toneladas de alimentos al año; que equivalen al 34% del total disponible. De esta cantidad, varios kilogramos corresponden a pan en perfectas condiciones que se desecha por características estéticas o porque algunos consumidores prefieren utilizar solo una porción para sus preparaciones.

Sin embargo, existe una contradicción importante entre el desperdicio de alimentos y la problemática de malnutrición en el país. De hecho, en lo corrido de 2023 se han identificado 16.087 casos de desnutrición aguda y severa en menores de cinco años residentes en Colombia , mientras que para el mismo periodo en el 2022 hubo 14.190 casos reportados, lo que representa un incremento de 1.897 casos.

Por eso, es fundamental encontrar caminos para aprovechar las miles de toneladas de alimentos que actualmente se pierden en el país y así contribuir a solventar la situación de desnutrición.

Desperdicio de alimentos: un desafío, dos soluciones

En la actualidad, como anteriormente se expuso, nos enfrentamos a un desafío global: la pérdida y el desperdicio de alimentos. Sin embargo, existen soluciones viables y prometedoras, respaldadas por datos estadísticos impactantes. Dos caminos se vislumbran para abordar este problema de manera efectiva, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El primer camino se basa en la optimización de los procesos culturales y tecnológicos en curso. Se trata del desarrollo de aplicaciones innovadoras que permiten el monitoreo de puntos críticos en la cadena de suministro alimentario. Estas aplicaciones facilitan la identificación de áreas donde la pérdida es más pronunciada y permiten tomar medidas preventivas. Además, se fomentan alianzas público-privadas que buscan mejorar el uso de los recursos existentes y fomentar la innovación en la gestión de alimentos. La colaboración entre los sectores público y privado es esencial para maximizar la eficiencia en la distribución y reducir el desperdicio.

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El segundo camino se centra en la resignificación de los alimentos descartados. Para ello, es esencial transformar los alimentos destinados al desperdicio en recursos valiosos. Esto implica la creación de una economía de alimentos circulares, donde los productos obsoletos se reciclan y se les da un nuevo propósito. Datos demuestran que incluso pequeñas acciones individuales pueden marcar una gran diferencia.

¿Cómo aportar al desperdicio de alimentos?

Uno de los productos a los que se les puede dar un mayor uso y que, bajo criterios de una dieta equilibrada, contribuye a la buena nutrición de niños y adultos, es el pan. Sin embargo, actualmente, 1 de cada 3 colombianos desecha las tapas de este producto en su presentación tajada. Por eso, y con el fin de aprovechar al máximo este alimento, al mismo tiempo que se busca la reducción de desperdicios, Bimbo creó una iniciativa para usar hasta la última borona o rebanada de pan.

“En Grupo Bimbo buscamos promover la protección y regeneración de los ecosistemas con cada una de las acciones que impulsamos día a día, porque como parte de nuestra estrategia de sustentabilidad nos trazamos el objetivo de promover la circularidad y generar cero desperdicios. Para lograrlo, trabajamos incansablemente en diseñar y ejecutar procesos responsables, innovadores y eficientes que aseguran la reducción de desperdicios y nos conducen a dar nuestro potencial de aprovechamiento a lo largo de la cadena de valor", afirmó Angélica Barrero, gerente Sustentabilidad Grupo Bimbo Latin Centro.

"Pero sabemos que la responsabilidad y el reto de cuidar el planeta es compartida con cada una de las personas de la sociedad. Por eso, en este mes de la alimentación, invitamos a los consumidores a que -de forma creativa y novedosa- aprovechen al máximo cada porción de sus alimentos, incluidos aquellos que hacen parte de nuestro portafolio de productos”, siguió Barrero.

Ahora más que cualquier otra época del año, es importante recordar que cada parte del pan es igual de deliciosa y cuenta con los mismos valores nutricionales que el resto del producto, por eso, no tiene por qué ser desechada. Es indispensable innovar en la preparación para que del producto solo quede el paquete. Las tapas y los bordes, aunque se vean diferentes, están hechas del mismo pan, comentó la compañía.