Crean colorante azul natural que reduce la huella de carbono
Crean colorante azul natural que reduce la huella de carbono
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El colorante, resultado de la alianza entre Oterra y VAXA Technologies, es fabricado mediante técnicas de cultivo con microalgas (espirulina) en Islandia.
La reciente colaboración entre Oterra, una firma especializada en colorantes naturales, y VAXA Technologies, una empresa emergente de tecnología avanzada, dio lugar a “Arctic Blue”, un nuevo colorante azul comestible diseñado para potenciar la apariencia de alimentos y bebidas. Esta alternativa se desarrolló mediante técnicas de cultivo con microalgas en Islandia.
El objetivo es proporcionar una solución cromática estable y atractiva, alineada con las demandas del mercado en torno a la reducción de huella de carbono. Todo el proceso se ha concebido pensando en la cercanía a los principales centros de fabricación en Europa y Estados Unidos, lo que garantiza suministros confiables.
Islandia se destaca por su ubicación estratégica entre ambos continentes y por contar con recursos geotérmicos de gran pureza. Esta energía limpia se aprovecha para alimentar la planta productora donde crece la espirulina las 24 horas, optimizando tanto la iluminación como la temperatura. Al estar próxima a Europa y Norteamérica, la logística de traslado de este colorante natural es más eficiente que en otros modelos de producción alejados de los centros de consumo.
Esto incide de forma directa en la disminución de emisiones derivadas del transporte, sin comprometer la calidad del producto final. De esta manera, el tinte azul resulta más accesible para fabricantes que operan en mercados de gran demanda.
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Compromiso con la neutralidad en carbono
Uno de los puntos fuertes de esta iniciativa es la clara apuesta por la neutralidad en carbono, apoyada en fuentes de calor y energía 100 % limpias. El cultivo en biorreactores cerrados se traduce en un uso mínimo de agua, ya que apenas se emplea el 1 % de lo requerido en los sistemas convencionales a cielo abierto. Igualmente, la superficie de terreno necesaria es muy reducida si se compara con los métodos tradicionales, lo que limita el impacto sobre el entorno local.
Esta configuración avanzada permite controlar con precisión las condiciones de crecimiento de la espirulina, mejorando el rendimiento y la estabilidad cromática. Así, el recurso hídrico se administra de forma sumamente eficiente, un factor clave ante las crecientes preocupaciones globales sobre el agua.
Según los primeros cálculos realizados por los impulsores del proyecto, la elaboración de este colorante logra hasta 40 veces menos emisiones de dióxido de carbono respecto a la espirulina tradicional que se maneja en el mercado. Aunque el envasado y la distribución añaden algo de huella de carbono, estas emisiones adicionales siguen siendo muy inferiores en comparación con las producciones convencionales.
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¿Cuáles son los beneficios del nuevo colorante azul?
Para las marcas que persiguen reducir su impacto ambiental, esta diferencia constituye un valor añadido que encaja perfectamente con metas corporativas más verdes. Se trata de un progreso claro en la búsqueda de ingredientes que colaboren con los objetivos de responsabilidad social empresarial. Además, se contemplan nuevas mejoras a futuro para seguir optimizando el proceso.
“Arctic Blue” resalta no solo por sus atributos sostenibles, sino también por su practicidad en aplicaciones de confitería, panadería y postres. El olor y la facilidad de disolución han sido mencionados como mejoras relevantes frente a otras opciones a base de algas. Este rasgo facilita su manipulación a escala industrial, reduciendo tiempos de procesado y posibles rechazos en líneas de producción.
Para las empresas que desean ampliar su catálogo con formulaciones más naturales, la adopción de este colorante puede marcar una diferencia significativa en el valor percibido por los consumidores. Y todo ello sin renunciar al mismo tono azul vibrante que se asocia tradicionalmente con la espirulina.
Perspectivas futuras del colorante azul sostenible
El uso de la espirulina como base tintórea en nuevos lanzamientos de productos aumenta cada año, tal como refleja Innova Market Insights en su seguimiento global de 2019 a 2023.
Este crecimiento ha superado el del colorante sintético Azul FD&C 1, evidenciando una preferencia creciente por lo natural. Según datos de la misma fuente, entre mayo de 2022 y abril de 2024, la aplicación de espirulina en confitería alcanzó el 48,4 %, en panadería el 15,9 % y en postres y helados el 11,6 %. Las cifras señalan un cambio de enfoque en la industria alimentaria, que busca formatos más limpios y etiqueta más transparente. Además, los desarrolladores de alimentos valoran cada vez más la versatilidad de las algas como recurso ecológico.
La compañía dedicada a los colorantes naturales, que lleva operando desde 1876, se posiciona como el mayor proveedor mundial en su categoría. Su trayectoria histórica se ha centrado en extraer pigmentos provenientes de fuentes como frutas, verduras y otros organismos vivos, apostando siempre por la calidad y la autenticidad. En esta nueva etapa, la apuesta por la espirulina islandesa fortalece la oferta dirigida a fabricantes que desean reforzar su compromiso con la sostenibilidad. La firma mantiene la premisa de que la naturaleza ofrece los mejores ingredientes para lograr tonalidades atractivas sin sacrificar la salud del planeta. Así, se propone inspirar a la industria alimentaria a continuar la senda de la innovación responsable.
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Gracias a la combinación de recursos limpios, alta tecnología y ubicación estratégica, este tinte azul se perfila como una solución capaz de empoderar a las marcas en sus planes de crecimiento verde. El potencial de reducir emisiones en la cadena de valor, unido a la intensa demanda de productos con sello natural, garantiza perspectivas favorables a corto y largo plazo.
Adicionalmente, las mejoras organolépticas introducidas al producir la espirulina en un entorno controlado hacen que “Arctic Blue” sea atractivo para distintos segmentos de mercado. Con la creciente popularidad de los alimentos éticos y respetuosos con el medioambiente, esta iniciativa busca abrir puertas a nuevas colaboraciones. Para las empresas, la adopción de ingredientes con menor impacto es una vía cada vez más viable y deseable.
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